CONOCIMIENTO Y TECNOLOGÍA, ELEMENTOS DECISIVOS EN LA EXPLORACIÓN COSTA AFUERA

La necesidad de incorporar nuevas reservas de petróleo constituye la primera circunstancia que impulsa la decisión del Estado Colombiano a buscar nuevas reservas en el subsuelo marino, definiendo áreas de exploración tanto en aguas someras y profundas, como en aguas ultraprofundas. Según las cifras oficiales, a finales del 2012, las reservas de crudo se situaron en 2.377 millones de barriles, lo que garantiza autosuficiencia, conforme a la relación de reservas-producción de 6,9 años. Por su parte, las reservas de gas también finalizando el 2012 llegaron a 7.008 giga pies cúbicos. Es decir, los recursos de este hidrocarburo alcanzarán para 16,6 años más, si se tiene en cuenta la relación reservas – producción de gas.

En términos estrictamente oceanográficos las aguas someras llegan hasta el borde de la plataforma continental, entendido este en promedio como la isobata de 200 metros, en adelante encontramos aguas intermedias hasta los 500 metros, y superando ese límite se llegan a aguas profundas que alcanzan los 2000 metros, más allá nos internamos en aguas ultraprofundas. Para efectos de exploración petrolera de suelo y subsuelo marino entenderemos que las aguas someras van hasta los 500 Mt, las Profundas hasta los 1500 Mt., y las Ultraprofundas se ubican por debajo de los 1500 Mt.

Partiendo de las definiciones anteriores es comprensible que ante el desconocimiento de las implicaciones de exploración/explotación de suelo y subsuelo marino, ante la poca y casi inexistente capacidad instalada en el país para el desarrollo de este tipo de proyectos, y ante la deficiencia en formación de profesionales de diferentes ramas requeridas para la ejecución de estos trabajos, se genere la segunda incertidumbre de consideración, consistente en el impacto que puede generar en el medio marino el desarrollo de estas intervenciones.

El reto de la explotación marina, oportunidad para el progreso

Es aquí donde se adopta el desarrollo en ciencia y tecnología logrado en esta materia a nivel mundial en los últimos decenios, y se incorporan las lecciones aprendidas de los casos exitosos de exploración y explotación, y de casos fallidos que se han presentado alrededor del planeta. Los costos asociados a los accidentes en el mar son de carácter económico, social, pero ante todo de alto impacto ambiental, razón por la cual toda operación de exploración y/o explotación costa afuera debe procurar un nivel de riesgo mínimo, y esto requiere el uso de alta tecnología y la incorporación de talento humano con capacitación adecuada.

Cuando hablamos de trabajo en fondo marino debemos tener presente que el mar es un inmenso desafío, si consideramos que cada 10 metros de profundidad se incrementa una (1) atmósfera de presión, la cual opera sobre cualquier equipo/material que se sumerja; cada Mt3 de agua equivale a una (1) tonelada de peso; la salinidad promedio es de 35%º (partes por mil) generando alta corrosión; las corrientes al interior del tirante de agua son variadas en intensidad y dirección, causando tensión sobre los equipos, cables y tubos; el mar es dinámico y en consecuencia el posicionamiento preciso de plataformas en superficie y equipos en profundidad representa un reto mayor, que se incrementa en proporción directa con la profundidad; en superficie, afectan los vientos y temporales de estación, y a medida que nos internamos en profundidad el ambiente se hace obscuro. Esto sin mencionar que las condiciones del suelo son variadas y simplemente muy diferentes al suelo continental, el suelo en si mismo puede estar conformado por arenas, arenas lodosas, lodos arenosos o lodos, dependerá del tipo de sedimentos que lo conforman. La topografía es accidentada y encontramos en las geoformas submarinas desde el margen continental hasta el lecho marino, las conocidas plataforma, talud y elevación continental, seguido por la zona de transición en donde se encuentran las fosas oceánicas, los arcos insulares y las cuencas de mares marginales y posteriormente se encontrará el lecho oceánico conformado por las dorsales oceánicas, las planicies abisales y las montañas submarinas

Talento humano y tecnología, dos requisitos imprescindibles

Ante semejante reto la única opción es apoyarse en el conocimiento desarrollado, en los avances tecnológicos, y en la adecuada planeación y desarrollo de la capacidad nacional. Minimizar los riesgos exploratorios implica hacer uso de modelos mejorados para adquisición y procesamiento de datos sísmicos, caracterizar adecuadamente las condiciones oceanográficas y meteorológicas de la zona de investigación, lograr la adecuada caracterización de los georiesgos, y por supuesto desarrollar la capacidad nacional en geología y geofísisca de exploración y explotación de fondos marinos, como en aseguramiento de producción para la explotación futura. Lo anterior implica la creación y/o el fortalecimiento de programas académicos y centros de investigación que incorporen profesiones requeridas en el mar, tales como geología, geofísica y geotecnia marina, hidrología, oceanografía, meteorología, sismicidad, planeación y diseño de perforación, desarrollo de modelos para caracterización de riesgos locales, y otras más que pasan por supuesto por la aceptación y apropiación de, que el mar y su suelo son fuente de desarrollo para el país, el cual sebe ser abordado de manera seria y apropiada, minimizando el riesgo e incrementando las opciones de crecimiento nacional a través de su industria y su academia.

En términos de tecnología, la misma se hace más compleja a mayor profundidad y solo por mencionar dos puntos, alcance en profundidad y posicionamiento, mencionemos el AUV (Autonomous Uderwater Vehicle), que como su nombre lo indica se opera autónomamente a profundidades de hasta 4500mt., que equipado con sistemas de fotografía digital de alta resolución, laser, multi-beam, suite de sensores geoquímicos, sistemas laser de microbatimetría entre otros, provee información precisa de suelo y subsuelo con eficiencia en tiempo y resultados. Para efectos de posicionamiento en profundidad debemos remitirnos a los sistemas GAPS o Sistemas de Posicionamiento Acústico Global.

Concluyendo, el reto que enfrenta Colombia al internarse en las profundidades del Caribe y del Pacífico en busca de sus recursos naturales estratégicos, ha de ser la oportunidad para que el país abra nuevos horizontes académicos, tecnológicos, investigativos y por supuesto de desarrollo, se podrán tener resultados en el mediano plazo siempre y cuando exista planeación y coherencia entre industria, economía, política y academia.

Artículos deInterés

INTERVIEW FOR THE OIL & GAS YEAR/WEEK 2013

Providing tailor made engineering services and products SWCOL is the Colombian based representative of C&C

DEVELOPMENT OF THE OFFSHORE INDUSTRY IN COLOMBIA, CURRENT AND FUTURE MARKET

The oil industry in Colombia began around 1905, and its rearrangement was due to the

TBY – THE BUSINESS YEAR – COLOMBIAN CHAPTER 2015

SWCOL was founded in 1995 as Engineering Company for the energy sector, focused on Oil